Cuidados de las orquídeas

Cuidados

Para que florezcan, muchas especies necesitan diferencias de temperatura entre el día y la noche (unos 10ºC de diferencia). Dentro de la casa se puede conseguir la alternancia de temperaturas abriendo las ventanas por la noche para refrescar. En general, las Orquídeas necesitan una humedad ambiental alta. El aire seco de las viviendas, acentuado por la calefacción, es bastante perjudicial. Es conveniente airear diariamente el lugar donde estén las roquídeas, siempre evitando las corrientes de aire frío que provocan la caída de los capullos.

El riego de la planta es clave. La frecuencia de éste depende de muchos factores como la especie de flor, el tipo de sustrato, la temperatura, la luz, la ventilación, etc. Por ejemplo, a más luz y temperatura, más riego. Por norma general, las Orquídeas toleran más la falta de agua que el exceso.  Comprueba que no haya agua estancada ya que producirán la muerte de las raíces. Venden fertilizantes especialmente diseñados para el cultivo de las orquídeas y suelen ir bastante bien.

También pueden servir los que se emplean para plantas de interior pero a la mitad de la dosis que indican en el envase. Ten en cuenta que las orquídeas necesitan poco alimento y por tanto, el exceso de fertilizantes podría quemarlas e incluso matarlas.

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