Mejores fertilizantes para el cultivo de flores

Cuidados

Cuando nos dedicamos al cultivo de flores, cualquier ayuda extra desde el punto de vista técnico nos puede ser de gran utilidad, sobre todo para obtener flores vistosas, saludables y de buen tamaño de acuerdo con la especie.

Una de esas ayudas más frecuentes son los fertilizantes, que deben escogerse con sumo cuidado porque muchos pueden echarnos a perder los cultivos o determinar que las flores no vengan en sus mejores condiciones.

Debes saber que los fertilizantes idóneos para el cultivo de flores no son siempre los más potentes y sí aquellos que, con independencia de su potencia, fueron concebidos para favorecer el crecimiento y desarrollo general de las plantas, proceso en el que el florecimiento es una etapa más.

Por tanto, los mejores para las plantas de flores son aquellos balanceados que benefician a la par hojas, raíces, tallos y flores. De lo contrario, potenciando solo el florecimiento por ejemplo, tendríamos abundancia de flores pero en plantas débiles y con tendencia a enfermarse producto de su carencia de nutrientes.

A continuación te hablaremos entonces de los fertilizantes que pueden definirse como ideales para nuestros cultivos, entre los distintos grupos que existen, los que deberemos combinar para obtener los mejores resultados posibles. Gracias al portal LosMejores.top por la información que nos han facilitado.

Fertilizantes naturales

Para las flores, los fertilizantes naturales como el abono y el estiércol no nos garantizan nutrientes suficientes y los que contienen trabajan fundamentalmente sobre otras partes de la planta como las raíces.

Estas se aprovechan de que el uso del abono favorece la actividad micróbica en el suelo y al fortalecerse absorben más efectivamente y en mayor cantidad otros nutrientes, que a la larga sí podrían beneficiar a las flores.

Superfosfato: una opción muy potente

El superfosfato es una modalidad muy concentrada del fertilizante de fósforo, que podemos utilizar para el florecimiento de nuestras plantas, pero solo en pequeñas cantidades, ya que realmente es más útil en las operaciones sobre flores ya cortadas.

Granulares químicos

Los fertilizantes de este grupo son de muy fácil aplicación y garantizan efectos rápidos por su concentración de nutrientes.

Pueden hallarse en variadas fórmulas, pero las más aconsejables para el cultivo de flores son aquellas en las que su número medio, el correspondiente al fósforo, es igual o supera a los otros dos de la etiqueta. .

Asimismo, se recomienda decantarnos por un fertilizante que además integre otros elementos como calcio, manganeso y magnesio, útiles para el bienestar general de las plantas.

Líquidos químicos

Los líquidos químicos son fertilizantes que podemos aplicar lo mismo directo en el suelo, en derredor de la planta, que como un alimento foliar con el que atomizamos a la misma.

En este grupo existen fórmulas especializadas para especies en floración, cuyos números iniciales y finales son bajos e inferiores al del medio, que es muy alto. No obstante, las fórmulas más populares de fertilizantes de tipo líquidos químicos son las de etiqueta 20-20-20 y 15-30-15.

Como quiera que sea, estos fertilizantes son florecedores potentes y su uso debe alternarse con otros más equilibrados y de menor potencia (fuente: InfoAgro).

Granulares orgánicos

Estos fertilizantes tienen la ventaja de que son más fáciles de aplicar que otros naturales como el abono y el estiércol, a los que además superan en disponibilidad de micronutrientes.

En su contra tienen sus bajas concentraciones en elementos potentes para el florecimiento, tal y como evidencian sus fórmulas más usuales (1-1-1 y 2-2-2).

Derivados del pescado

Por último, otros buenos fertilizantes para el cultivo de flores son derivados del pescado, que se utilizan desde hace bastante tiempo para el desarrollo integral de la planta.

Ejemplos son la emulsión y la harina de pescado, que como alimentos foliares aportan  a los cultivos nitrógeno, fósforo y potasio.

Igualmente, otro producto natural, pero procesado y que aporta buenas cantidades de fósforo, en fórmulas habituales de 4-12-0, es la harina de hueso.

Esta es resultado del machacado y mezcla de huesos, y suele agregarse en los agujeros en que se plantan las especies florales.